Cash Luna
Mateo 13:34-35. Diga conmigo: “Cosas escondidas desde antes de la fundación del mundo”. Si las cosas fueron escondidas y hasta hora Jesús las va declarar, entonces no las ha declarado antes.
No estoy hablando que sean cosas que Jesús escondió en sus treinta y tres años de ministerio, son cosas que Dios escondió desde antes de la fundación del mundo. Si están escondidas desde antes de la fundación del mundo, no las tuvo que revelar a nadie más y el Señor las esconde en parábolas, pero no de ti, sino para ti.
Dios las escondió para ti, ¿me estoy explicando? Es como cuando le voy a dar un regalo muy valioso a mi esposa, no se lo doy el día que es, porque ya lo está esperando. La pongo un poco nerviosa y lo escondo para que no lo vea antes. Lo escondo para ella, no de ella. Ahora, ¿dónde los esconde? Donde menos la gente lo va ir a buscar.
Una anécdota les voy a contar: A mí me regalaron una caja fuerte cuando estábamos en la otra iglesia y nunca la pude abrir. Cuando los ladrones se metieron, era una caja fuerte pesada, rayaron el piso donde se llevaron la caja, y la caja no tenía nada. Yo oré: “Señor, permite que los ladrones puedan abrir la caja”.
El Señor habla por parábolas para que los que no fueron designados a recibir la revelación no las entiendan. Las parábolas queman el corazón del oyente y del predicador.
Dios las escondió para ti, ¿me estoy explicando? Es como cuando le voy a dar un regalo muy valioso a mi esposa, no se lo doy el día que es, porque ya lo está esperando. La pongo un poco nerviosa y lo escondo para que no lo vea antes. Lo escondo para ella, no de ella. Ahora, ¿dónde los esconde? Donde menos la gente lo va ir a buscar.
Una anécdota les voy a contar: A mí me regalaron una caja fuerte cuando estábamos en la otra iglesia y nunca la pude abrir. Cuando los ladrones se metieron, era una caja fuerte pesada, rayaron el piso donde se llevaron la caja, y la caja no tenía nada. Yo oré: “Señor, permite que los ladrones puedan abrir la caja”.
El Señor habla por parábolas para que los que no fueron designados a recibir la revelación no las entiendan. Las parábolas queman el corazón del oyente y del predicador.
"Levanta tus manos al cielo, Dios te va ministrar, levanta tus manos al Señor y di conmigo: Señor, dame un corazón sencillo capaz de recibir todas tus verdades para la gloria de tu Nombre"
En las parábolas están escondidos los principios para nuestra vida. ¿Usted sabe que el tipo de enseñanza que uno da divide la audiencia? Jesús dijo “a vosotros les es revelado conocer los ministerios, porque al que tiene, se le dará más, pero al que no tiene, aún lo que tiene, le será quitado”. Les habló por parábolas para dar al que tiene, y al que no tiene se lo quitó.
Cuando el Señor enseñaba parábolas, había gente que adquiría más sabiduría, y otros perdían oyéndolas. Hay gente que pierde oyendo Palabra del Señor, pero tú has venido a ganar. Jesús dijo “les hablo por parábolas para que los que ven no vean”. ¿Cómo es posible que no entiendas la parábola del trigo y la cizaña? Porque las cosas se cumplen si se creen. Mateo 13:13-15. Usted sabe que cuando hay grasa, las venas se cubren y no pasa la sangre, y en la sangre está la vida, igual pasa con nosotros en el espíritu. Mateo 13:17, Daniel deseó oír la parábola del sembrador y nunca la oyó.
Usted sabe que predico de pasta a pasta la Biblia, pero mientras hoy hay gente, que si Jesús se sienta a enseñarles el sembrador salió a sembrar o el reino de los cielos es semejante a una mujer que escondió la levadura en tres tinajas, dirían “ah, es light”, pero aquí tendríamos a Esaú, a Miqueas, Jeremías, Isaac, que estarían con la boca abierta, cuanto desearían oír esto. Y a los que se les enseña, lo desprecian. Los profetas vendrían a ti porque allí hay una riqueza. A ti se te podría aparecer Isaías y decirte “contame la parábola del sembrador”.
No quiero ser un hereje, pero aquí dice que ellos desearon oír lo que tú oyes. En otras palabras, los profetas se sentarían a escucharte con gusto. Dios nos dio un mejor pacto que el de Moisés, tenemos hoy que ministrar el del Espíritu. Dios mandó a Moisés a predicar la ley, ¿la ley salva a alguien? A ti te mandó a predicar la gracia, ¿la gracia salva a alguien? Sí, ¡imagínate lo grande de tu llamado! ¿O tú hubieras querido ser Moisés y extender la vara? Y Moisés hubiera querido estar aquí, porque lo que ellos profetizaron aquí se ha cumplido.
Qué envidia santa, pero envidia. ¿Qué está escondido en las parábolas? salvación y sanidad. El que oye las palabras y las entienda, yo los puedo salvar y sanar. Tu corazón se va volver por fin humilde, y buscar en la Biblia lo que realmente es profundo, eso divide a la gente. La gente que iba al monte a escuchar enseñanzas, como por qué te afanas por comer y vestir, esto es demasiado light para algunos que predican hoy. Ya te hubieras cambiado de iglesia, porque aquí dan leche.
Jesús se levantaba y decía “no se afanen, miren los lirios del campo”. Tenemos que escoger hoy porque tú viniste a tomar decisiones, un estilo diferente que has estado buscando y no lo has encontrado por años. Mira en Marcos 4:13, no le atinamos a las parábolas, pero sí a todo lo profético y por venir. No le atinamos a la parábola del sembrador, pero sí queremos saber el año y el mes en que ha de venir el Señor. No está casi ni estirada la Escritura, allí se rompió, no le atinamos a la parábola del sembrador y sí queremos saber qué es cada utensilio del templo. Jesús dice “si no sabes esta, no sabes nada”.
Tú quieres que Jesús te enseñe, pero ¿por qué desprecias las enseñanzas de él? Muchos de nosotros tenemos que comenzar a leer este libro. ¿Sabe por dónde se comienza? Por la parábola del sembrador. Mateo 13, Marcos 4, Lucas 8, ¿cuántos recibieron parábola en este congreso? ¿Cuántos garantizan que no la van a perder? Por eso, les voy a volver a leer la parábola del sembrador. Mateo 13:19. No te va a robar nada el diablo que tú no tengas bien arraigado, tienes que tener la parábola que oíste aquí bien metida en el corazón, volverla a leer, subrayarla y meterla en tu corazón, porque el haberla recibido no te garantiza que no la vas perder.
Mateo 13:19-21. La tierra emocional es el segundo tipo de tierra, la almática. Recibe con gozo la Palabra, pero cuando viene la persecución por la parábola, se desanima. Porque cuando haces cambios, la gente te persigue y cuando viene la persecución, dejas la parábola. Entonces, los gritones no son garantía de nada. Yo espero que no sean de la segunda tierra, claro recibir la parábola con gozo, pero una emoción determina cuando recibes y cuando abandonas.
No es “siento aquí, siento aquello, no es yo leo aquí, yo leo allá”. ¿Qué tan emocional eres tú para las cosas? Te emocionas para empezar una carrera, igual te emocionas para dejarla. La gente que es determinada por sus emociones es la segunda tierra, y Dios va tratar con tus emociones. Si eres de los que con gozo recibe, pero en la aflicción se va, Dios te va hablar hasta que por fin te mantengas en una Palabra, no importando lo que sientas. La gente que dice “ah, yo recibo más Palabra más Palabra, pero del predicador, pero no de Dios.
El es un buen sembrador y cuando comprueba que eres una mal tierra, ya no siembra en ti con tanta palabra que has perdido. “Ay, Dios me dio una celebración”, pero eres emocional, un día sí, un día no, o como los cangrejos cristianos que levantan las manos al cielo, pero caminan para atrás todo el tiempo, cuídate de tus emociones. Marcos 4:17. Digan todos “corta duración”.
No quiere decir que no duren, sino que duren poco. La Palabra es una semilla, pero si eres de corta duración, el potencial de la semilla nunca sale. Si oigo tanta Palabra pero no se cumple, examina la tierra. La tierra es la que no está buena, la semilla es buena, pero la tierra aborta la semilla no la nutre. Tú nutres la palabra, porque tienes el poder de la tierra. La palabra te necesita porque sin la tierra no puede hacer nada.
Di conmigo “la palabra me necesita”. Me gusta que la emoción esté así, en quietud. Están cambiando la tierra. ¿Qué es corta duración? Lucas 8 te lo revela. Lucas 8:13. Di conmigo “corta duración”, significa creer por un tiempo. ¿Quién te dijo que la palabra que Dios te da es para creerla por un tiempo? Hay gente así, cree por un tiempo una palabra y luego cree otra, esos son llevados por diferentes vientos de doctrina y a veces creen otra opuesta a la que creyeron antes, ¿qué te pasa? A la palabra hay que darle tiempo para que crezca en nosotros y dé el fruto adecuado.
Veamos la otra tierra. Mateo 13:22. Note que todos oyen la palabra, todos la reciben, pero no todos la retienen. El afán que te está esperando en tu trabajo, en tu familia y aunque no lo creas, en tu ministerio. Ahogan la palabra el afán de esta tierra, ¿cómo es posible que haya algo más poderoso que la palabra? Es el afán. 1. las emociones, 2. Las riquezas, el engaño de ellas compite con la palabra. Hay gente que mata la palabra en vez de vivir por ella.
El afán de esta tierra. El Señor me habló: “todo aquel que produce su riqueza sin la palabra tiene cómo ahogar la palabra”. Cuando tú prosperas por una palabra, esa riqueza no puede ahogar la palabra porque salió de ella. El problema es cuando quieres oír la palabra y obtener riquezas sin la palabra. Aunque usted no lo crea, una de las primeras cosas que Dios quiere hacer es enseñarte a prosperar por la palabra para que no la ahogues con el afán de esta tierra. ¿Cómo Dios te sigue sembrando Palabra si eres un especialista en ahogarla? Tú al estar aquí, cansado, con permiso del trabajo, estás venciendo el afán de este mundo y te estás convirtiendo en una buena tierra.
Mateo 13:23. Diga conmigo “produce”. Yo soy buena tierra si produzco, eres tan buena tierra como lo que has producido hoy. Tienes 20 años de conocer al Señor y no has producido, lo único es que dices que eres salvo, porque quién sabe si eres de verdad. Dios quiere que compruebes la palabra en la tierra para que sepas que la que está allá también es cierta. Mateo 13:20. Di conmigo “al 100, 60, 30”.
Marcos dice 30, 60, 100 siempre que da por parábolas es para quitarle al que no tiene, y darle al que tiene. ¿Para qué dirección vas? Hay unos que producen 3, luego 60 y luego 100 o hay otros que producen 100, luego 60, luego 30 y, por último nada, por no agarrar la palabra no has fructificado. Hay gente que oye la parábola y como persevera, le saca a la semilla el 30 por ciento, y como persevera, llega al 60%, y como sigue perseverand, va llegar al 100%.
La misma palabra la recibe uno, uno le saca el 30%, otro al 60% y otro le saca el 100%. Esa época gloriosa en tu vida donde te daban versículos y le sacabas el 100%, y luego te llenaste te perjuicios y bajaste al 30%. Antes, con un versículo hacías maravillas, ahora con libros enteros das el 30%. Sigues siendo buena tierra, porque la buena tierra da al menos el 30%.
Lucas 8. Sólo Lucas revela cuál es la buena tierra. Lucas 8:15, pon atención: un corazón bueno y recto, no torcido, no contaminado, no religioso. Un corazón sencillo retiene la palabra oída y da fruto con perseverancia. Da fruto todo lo que se le puede sacar. ¿Las cosas en tu vida las vives desperdiciando o le sacas el jugo a todo? Seguramente, eso vas a hacer con la palabra. El Señor enseñó las parábolas. Mateo 13, está la parábola del sembrador, de la semilla de mostaza, de la levadura, de la cizaña, y todas tienen en común una semilla.
Luego está la parábola de los tesoros nuevos y viejo, et., y tienen en común semillas pequeñas que crecen y cosas pequeñas que llegan a ser grandes. ¿Quieres un templo grande y no administras bien el que tienes? El reino funciona en cosas pequeñas que Dios pone en nuestras manos y tenemos el deber de convertirlas en grandes. Las cosas crecen cuando somos agradecidos con Dios. Si eres agradecido, Dios tiene grandes cosas para ti. ¿Quién dice que la iglesia pequeña tuya va ser pequeña toda la vida? Sé fiel en esos versículos a la semana y Dios te va dar más palabra.
Mateo 13:53, te voy a narrar hoy la parábola del carpintero. Jesús fue una parábola en sí mismo, por eso enseñaba por parábola. Mateo 13:53-58, y sigue al catorce Mateo 14:1-4. Diga conmigo “Juan el profeta”. Dice la Biblia que tenían a Juan por profeta ¿por qué? Si Juan nunca hizo un milagro, jamás ni uno. Es más, él estaba dudando si Jesús era el Mesías.
Aunque no tenía milagros, la gente lo tenía por profeta, pero a Jesús que sanaba enfermos, liberaba endemoniados, se escandalizaban de El porque decían “¿no es éste el carpintero? Y en la sinagoga no estaba muy llena de gente, porque mientras en la sinagoga estaban los eruditos enseñando las Escrituras, en el monte estaba Jesús diciendo bienaventuranzas. Y El decía “no se afanen por lo que han de comer y lo que han de vestir”. Muy sencillo, porque dice la Biblia que Juan el Bautista vestía pieles de camello, no se juntaba con nadie, vivía en el desierto, comía chapulines, hablaba raro, entonces es profeta.
Así está la iglesia hoy. Como él habla raro, viste raro, no le entiendo nada de lo que dice, seguramente es profeta, pero si le siguen las señales y milagros, seguramente le pagan para que diga eso. Dios escondió todo lo que no reveló en la fundación del mundo en las parábolas, porque Dios esconde en lo sencillo lo que la gente complicada no va a ir a buscar, porque el evangelio es sencillo.
Mientras estos estaban con sus rollos extendidos, alguien llegaba y les decía “¿Por qué tan poca gente aquí y en el monte está la gente?, y ¿quién está en el monte? Pues un tal Jesús, y la peor noticia que les tengo era tanta la multitud que con cinco peces y dos panes les dio de comer a todos. ¡Carpintero y come! Imagino a gente entrando buscando los tesoros de Dios, y les decían a los enfermos “seis días hay para trabajar, al séptimo reposo”, y Jesús les decía “¿no desatan a su asno en el día de reposo?, o ¿acaso tienen más misericordia de una bestia que de una mujer?” Dios escondió los tesoros no allí, sino del otro lado donde había un hombre reparando pieza, porque sabía que ese iba ser su trabajo: reparar la vida de la gente.
¿Qué estilo de vida vas a tener? ¿El estilo de la sinagoga donde Dios no se podía tener? Dios escondió sus tesoros en una pequeña carpintería donde los iban a buscar, por eso los escondió en las parábolas. Si quieres ser un erudito, vete a la sinagoga, pero si quieres aprender, vete al monte de los olivos. Allí Jesús te va a enseñar a vivir. Pastores, ¿se van a dejar presionar por el estatus evangélico o vas a ser capaz de vestir como un carpintero sabiendo que tu tesoro está escondido en el corazón? ¿Cuántos creen que Jesús fue el sumo sacerdote? Pero cuando vistió como uno de ellos, nunca tuvo un cargo de aquel lado, siempre del otro. Estamos despreciando a los laicos en las iglesias, porque son los carpinteros.
Óyeme tú empresario, el Señor me habló en mi corazón y me dijo “Carlos, yo fui laico, nunca tuve un cargo en la iglesia, en la sinagoga, tuve una carpintería”. Dios me ha mostrado que viene un mover poderoso para los carpinteros de hoy, para todos ustedes. ¿Tú crees que porque eres empresario, porque vendes adornos, joyas, vestidos o comida, Dios no te puede usar? No, Dios usó un carpintero seguramente, Dios te va a usar a ti poderosamente también. Tienes que tomar decisiones hoy.
La Biblia dice “saliste a ver a Juan y qué saliste a ver, un hombre vestido con pieles de camello, vino Juan y dicen que tiene demonios por lo raro que es, vine yo que como, y bebo y soy amigo de los republicanos y dicen que soy un comedor y un bebedor”. Deja de criticar, toma una decisión.
Al final, la Biblia dice “la sabiduría se justifica por los hijos y ¿quién tuvo más hijos? ¿Juan el Bautista o el Jesús? Las iglesias que guardan la sencillez de la palabra, que se atrevan a enseñar de nuevo las parábolas que le enseñen a la multitud hambrienta a cómo vivir diariamente en vez ponerles la cabeza de este vuelo, les aseguro que tendrán más hijos que las otras. Si yo me vistiera raro y hablara raro, tendría gente, pero nunca vas a tener gente como la que se puede llegar con un hablar sencillo. Que la gente pueda ver al prójimo y amarlo.
Te está hablando un profeta, créemelo. Si tú enseñas mucho de lo que somos, tu iglesia va ser una implosión, pero si enseñas, quiénes son ellos, tu iglesia va ser una explosión. ¿Quién iba a ir a buscar los tesoros a una carpintería? Sólo reyes sencillos de corazón, capaces de adorar un niño, encontraron una estrella que los guió a un establo. ¿Qué rey nace en un establo? Sólo aquel que se esconde y que se revela sólo a los sencillos de corazón, reyes capaces de seguir cientos de kilómetros a una estrella para encontrar al Rey de Reyes, allí lo encontraron, no todos, sólo los sencillos de corazón.
¿Sabe qué pasaba en la sinagoga cuando querían ir a buscar a Dios? Salían condenados por todos, pero cuando iban a buscar a Jesús y querían apedrear a una mujer adúltera y le preguntaron qué hacer y él les dice “los que estén libre de pecado que tiren la primera piedra”, y se fueron todos y él le dijo “yo que tengo la autoridad para condenarte, no vengo a eso, eres libre. Los que condenan están en la sinagoga”. ¿Qué clase de iglesia vas a ser? Si llega una mujer mal vestida a tu iglesia, ¿qué le vas a decir porque viene vestida así? Si es el templo el problema, salgamos de él, vayamos a la calle. ¿Sabe que los servidores que fueron de las maras se maquillan sus tatuajes para saludar en la entrada? Dios es tan sencillo y nosotros tan complicados de verdad, que Dios nos perdone, hablamos raro, rechazamos gente, a los pecadores.
Salvador Gándara. “Lo conocí en octubre jugando un juego de hombres y hay un lugar que se llama el hoyo 19, donde no entran las mujeres, y cuando Cash llegaba, yo hice una apuesta con unos amigos: en tres meses lo tenemos tomando un trago con nosotros y hablando las cosas buenas del mundo, y estoy aquí ahora, y sé que gracias a él sabemos que todos hablamos de Dios y hoy tuve la oportunidad de saber quién es él y voy a trabajar por mi pueblo y para mi pueblo, pero primero quiero componer mi familia”.
Pastor Cash, ¿usted concibe un pastor metido allí, pero ¿un carpintero? El Señor me habló, “quiero que seas amigo de ellos”. Cuando íbamos al la cafetería, eras whiskito, cervecita, lo más que podía hacer era orar por la comida y aprovechaba a orar por los que andaban conmigo. Necesitamos tocar al mundo y llevar el amor de Cristo. ¿Usted sabe lo que es el riesgo al nombre de uno cuando sales en Noches de Gloria y te ven en una mesa donde están fumando y tomando? Yo me corro ese riesgo porque yo leí en la Escritura que Jesús era amigo de publicanos y pecadores. Yo quiero ser como El, yo prefiero estar allá.
Algunos de ustedes tienen que volver a comenzar, algunos hasta renunciar hasta a sus credenciales evangélicas, denominaciones incapaces de darles la mano a personas que están viviendo un infierno. Ustedes no han sabido mantener ni siquiera su santidad como debe ser, no vas a una fiesta, está bien, pero si tienes que ir, ve, no te tienes que poner a bailar ni beber, pero ve y sé luz, sobreprotegemos a las ovejas. Hoy los profetas ya no visten pieles de camello, no comen chapulines.
Levanta tus manos al cielo, Dios te va ministrar, levanta tus manos al Señor y di conmigo “Señor, dame un corazón sencillo capaz de recibir todas tus verdades para la gloria de tu Nombre”.
Cuando el Señor enseñaba parábolas, había gente que adquiría más sabiduría, y otros perdían oyéndolas. Hay gente que pierde oyendo Palabra del Señor, pero tú has venido a ganar. Jesús dijo “les hablo por parábolas para que los que ven no vean”. ¿Cómo es posible que no entiendas la parábola del trigo y la cizaña? Porque las cosas se cumplen si se creen. Mateo 13:13-15. Usted sabe que cuando hay grasa, las venas se cubren y no pasa la sangre, y en la sangre está la vida, igual pasa con nosotros en el espíritu. Mateo 13:17, Daniel deseó oír la parábola del sembrador y nunca la oyó.
Usted sabe que predico de pasta a pasta la Biblia, pero mientras hoy hay gente, que si Jesús se sienta a enseñarles el sembrador salió a sembrar o el reino de los cielos es semejante a una mujer que escondió la levadura en tres tinajas, dirían “ah, es light”, pero aquí tendríamos a Esaú, a Miqueas, Jeremías, Isaac, que estarían con la boca abierta, cuanto desearían oír esto. Y a los que se les enseña, lo desprecian. Los profetas vendrían a ti porque allí hay una riqueza. A ti se te podría aparecer Isaías y decirte “contame la parábola del sembrador”.
No quiero ser un hereje, pero aquí dice que ellos desearon oír lo que tú oyes. En otras palabras, los profetas se sentarían a escucharte con gusto. Dios nos dio un mejor pacto que el de Moisés, tenemos hoy que ministrar el del Espíritu. Dios mandó a Moisés a predicar la ley, ¿la ley salva a alguien? A ti te mandó a predicar la gracia, ¿la gracia salva a alguien? Sí, ¡imagínate lo grande de tu llamado! ¿O tú hubieras querido ser Moisés y extender la vara? Y Moisés hubiera querido estar aquí, porque lo que ellos profetizaron aquí se ha cumplido.
Qué envidia santa, pero envidia. ¿Qué está escondido en las parábolas? salvación y sanidad. El que oye las palabras y las entienda, yo los puedo salvar y sanar. Tu corazón se va volver por fin humilde, y buscar en la Biblia lo que realmente es profundo, eso divide a la gente. La gente que iba al monte a escuchar enseñanzas, como por qué te afanas por comer y vestir, esto es demasiado light para algunos que predican hoy. Ya te hubieras cambiado de iglesia, porque aquí dan leche.
Jesús se levantaba y decía “no se afanen, miren los lirios del campo”. Tenemos que escoger hoy porque tú viniste a tomar decisiones, un estilo diferente que has estado buscando y no lo has encontrado por años. Mira en Marcos 4:13, no le atinamos a las parábolas, pero sí a todo lo profético y por venir. No le atinamos a la parábola del sembrador, pero sí queremos saber el año y el mes en que ha de venir el Señor. No está casi ni estirada la Escritura, allí se rompió, no le atinamos a la parábola del sembrador y sí queremos saber qué es cada utensilio del templo. Jesús dice “si no sabes esta, no sabes nada”.
Tú quieres que Jesús te enseñe, pero ¿por qué desprecias las enseñanzas de él? Muchos de nosotros tenemos que comenzar a leer este libro. ¿Sabe por dónde se comienza? Por la parábola del sembrador. Mateo 13, Marcos 4, Lucas 8, ¿cuántos recibieron parábola en este congreso? ¿Cuántos garantizan que no la van a perder? Por eso, les voy a volver a leer la parábola del sembrador. Mateo 13:19. No te va a robar nada el diablo que tú no tengas bien arraigado, tienes que tener la parábola que oíste aquí bien metida en el corazón, volverla a leer, subrayarla y meterla en tu corazón, porque el haberla recibido no te garantiza que no la vas perder.
Mateo 13:19-21. La tierra emocional es el segundo tipo de tierra, la almática. Recibe con gozo la Palabra, pero cuando viene la persecución por la parábola, se desanima. Porque cuando haces cambios, la gente te persigue y cuando viene la persecución, dejas la parábola. Entonces, los gritones no son garantía de nada. Yo espero que no sean de la segunda tierra, claro recibir la parábola con gozo, pero una emoción determina cuando recibes y cuando abandonas.
No es “siento aquí, siento aquello, no es yo leo aquí, yo leo allá”. ¿Qué tan emocional eres tú para las cosas? Te emocionas para empezar una carrera, igual te emocionas para dejarla. La gente que es determinada por sus emociones es la segunda tierra, y Dios va tratar con tus emociones. Si eres de los que con gozo recibe, pero en la aflicción se va, Dios te va hablar hasta que por fin te mantengas en una Palabra, no importando lo que sientas. La gente que dice “ah, yo recibo más Palabra más Palabra, pero del predicador, pero no de Dios.
El es un buen sembrador y cuando comprueba que eres una mal tierra, ya no siembra en ti con tanta palabra que has perdido. “Ay, Dios me dio una celebración”, pero eres emocional, un día sí, un día no, o como los cangrejos cristianos que levantan las manos al cielo, pero caminan para atrás todo el tiempo, cuídate de tus emociones. Marcos 4:17. Digan todos “corta duración”.
No quiere decir que no duren, sino que duren poco. La Palabra es una semilla, pero si eres de corta duración, el potencial de la semilla nunca sale. Si oigo tanta Palabra pero no se cumple, examina la tierra. La tierra es la que no está buena, la semilla es buena, pero la tierra aborta la semilla no la nutre. Tú nutres la palabra, porque tienes el poder de la tierra. La palabra te necesita porque sin la tierra no puede hacer nada.
Di conmigo “la palabra me necesita”. Me gusta que la emoción esté así, en quietud. Están cambiando la tierra. ¿Qué es corta duración? Lucas 8 te lo revela. Lucas 8:13. Di conmigo “corta duración”, significa creer por un tiempo. ¿Quién te dijo que la palabra que Dios te da es para creerla por un tiempo? Hay gente así, cree por un tiempo una palabra y luego cree otra, esos son llevados por diferentes vientos de doctrina y a veces creen otra opuesta a la que creyeron antes, ¿qué te pasa? A la palabra hay que darle tiempo para que crezca en nosotros y dé el fruto adecuado.
Veamos la otra tierra. Mateo 13:22. Note que todos oyen la palabra, todos la reciben, pero no todos la retienen. El afán que te está esperando en tu trabajo, en tu familia y aunque no lo creas, en tu ministerio. Ahogan la palabra el afán de esta tierra, ¿cómo es posible que haya algo más poderoso que la palabra? Es el afán. 1. las emociones, 2. Las riquezas, el engaño de ellas compite con la palabra. Hay gente que mata la palabra en vez de vivir por ella.
El afán de esta tierra. El Señor me habló: “todo aquel que produce su riqueza sin la palabra tiene cómo ahogar la palabra”. Cuando tú prosperas por una palabra, esa riqueza no puede ahogar la palabra porque salió de ella. El problema es cuando quieres oír la palabra y obtener riquezas sin la palabra. Aunque usted no lo crea, una de las primeras cosas que Dios quiere hacer es enseñarte a prosperar por la palabra para que no la ahogues con el afán de esta tierra. ¿Cómo Dios te sigue sembrando Palabra si eres un especialista en ahogarla? Tú al estar aquí, cansado, con permiso del trabajo, estás venciendo el afán de este mundo y te estás convirtiendo en una buena tierra.
Mateo 13:23. Diga conmigo “produce”. Yo soy buena tierra si produzco, eres tan buena tierra como lo que has producido hoy. Tienes 20 años de conocer al Señor y no has producido, lo único es que dices que eres salvo, porque quién sabe si eres de verdad. Dios quiere que compruebes la palabra en la tierra para que sepas que la que está allá también es cierta. Mateo 13:20. Di conmigo “al 100, 60, 30”.
Marcos dice 30, 60, 100 siempre que da por parábolas es para quitarle al que no tiene, y darle al que tiene. ¿Para qué dirección vas? Hay unos que producen 3, luego 60 y luego 100 o hay otros que producen 100, luego 60, luego 30 y, por último nada, por no agarrar la palabra no has fructificado. Hay gente que oye la parábola y como persevera, le saca a la semilla el 30 por ciento, y como persevera, llega al 60%, y como sigue perseverand, va llegar al 100%.
La misma palabra la recibe uno, uno le saca el 30%, otro al 60% y otro le saca el 100%. Esa época gloriosa en tu vida donde te daban versículos y le sacabas el 100%, y luego te llenaste te perjuicios y bajaste al 30%. Antes, con un versículo hacías maravillas, ahora con libros enteros das el 30%. Sigues siendo buena tierra, porque la buena tierra da al menos el 30%.
Lucas 8. Sólo Lucas revela cuál es la buena tierra. Lucas 8:15, pon atención: un corazón bueno y recto, no torcido, no contaminado, no religioso. Un corazón sencillo retiene la palabra oída y da fruto con perseverancia. Da fruto todo lo que se le puede sacar. ¿Las cosas en tu vida las vives desperdiciando o le sacas el jugo a todo? Seguramente, eso vas a hacer con la palabra. El Señor enseñó las parábolas. Mateo 13, está la parábola del sembrador, de la semilla de mostaza, de la levadura, de la cizaña, y todas tienen en común una semilla.
Luego está la parábola de los tesoros nuevos y viejo, et., y tienen en común semillas pequeñas que crecen y cosas pequeñas que llegan a ser grandes. ¿Quieres un templo grande y no administras bien el que tienes? El reino funciona en cosas pequeñas que Dios pone en nuestras manos y tenemos el deber de convertirlas en grandes. Las cosas crecen cuando somos agradecidos con Dios. Si eres agradecido, Dios tiene grandes cosas para ti. ¿Quién dice que la iglesia pequeña tuya va ser pequeña toda la vida? Sé fiel en esos versículos a la semana y Dios te va dar más palabra.
Mateo 13:53, te voy a narrar hoy la parábola del carpintero. Jesús fue una parábola en sí mismo, por eso enseñaba por parábola. Mateo 13:53-58, y sigue al catorce Mateo 14:1-4. Diga conmigo “Juan el profeta”. Dice la Biblia que tenían a Juan por profeta ¿por qué? Si Juan nunca hizo un milagro, jamás ni uno. Es más, él estaba dudando si Jesús era el Mesías.
Aunque no tenía milagros, la gente lo tenía por profeta, pero a Jesús que sanaba enfermos, liberaba endemoniados, se escandalizaban de El porque decían “¿no es éste el carpintero? Y en la sinagoga no estaba muy llena de gente, porque mientras en la sinagoga estaban los eruditos enseñando las Escrituras, en el monte estaba Jesús diciendo bienaventuranzas. Y El decía “no se afanen por lo que han de comer y lo que han de vestir”. Muy sencillo, porque dice la Biblia que Juan el Bautista vestía pieles de camello, no se juntaba con nadie, vivía en el desierto, comía chapulines, hablaba raro, entonces es profeta.
Así está la iglesia hoy. Como él habla raro, viste raro, no le entiendo nada de lo que dice, seguramente es profeta, pero si le siguen las señales y milagros, seguramente le pagan para que diga eso. Dios escondió todo lo que no reveló en la fundación del mundo en las parábolas, porque Dios esconde en lo sencillo lo que la gente complicada no va a ir a buscar, porque el evangelio es sencillo.
Mientras estos estaban con sus rollos extendidos, alguien llegaba y les decía “¿Por qué tan poca gente aquí y en el monte está la gente?, y ¿quién está en el monte? Pues un tal Jesús, y la peor noticia que les tengo era tanta la multitud que con cinco peces y dos panes les dio de comer a todos. ¡Carpintero y come! Imagino a gente entrando buscando los tesoros de Dios, y les decían a los enfermos “seis días hay para trabajar, al séptimo reposo”, y Jesús les decía “¿no desatan a su asno en el día de reposo?, o ¿acaso tienen más misericordia de una bestia que de una mujer?” Dios escondió los tesoros no allí, sino del otro lado donde había un hombre reparando pieza, porque sabía que ese iba ser su trabajo: reparar la vida de la gente.
¿Qué estilo de vida vas a tener? ¿El estilo de la sinagoga donde Dios no se podía tener? Dios escondió sus tesoros en una pequeña carpintería donde los iban a buscar, por eso los escondió en las parábolas. Si quieres ser un erudito, vete a la sinagoga, pero si quieres aprender, vete al monte de los olivos. Allí Jesús te va a enseñar a vivir. Pastores, ¿se van a dejar presionar por el estatus evangélico o vas a ser capaz de vestir como un carpintero sabiendo que tu tesoro está escondido en el corazón? ¿Cuántos creen que Jesús fue el sumo sacerdote? Pero cuando vistió como uno de ellos, nunca tuvo un cargo de aquel lado, siempre del otro. Estamos despreciando a los laicos en las iglesias, porque son los carpinteros.
Óyeme tú empresario, el Señor me habló en mi corazón y me dijo “Carlos, yo fui laico, nunca tuve un cargo en la iglesia, en la sinagoga, tuve una carpintería”. Dios me ha mostrado que viene un mover poderoso para los carpinteros de hoy, para todos ustedes. ¿Tú crees que porque eres empresario, porque vendes adornos, joyas, vestidos o comida, Dios no te puede usar? No, Dios usó un carpintero seguramente, Dios te va a usar a ti poderosamente también. Tienes que tomar decisiones hoy.
La Biblia dice “saliste a ver a Juan y qué saliste a ver, un hombre vestido con pieles de camello, vino Juan y dicen que tiene demonios por lo raro que es, vine yo que como, y bebo y soy amigo de los republicanos y dicen que soy un comedor y un bebedor”. Deja de criticar, toma una decisión.
Al final, la Biblia dice “la sabiduría se justifica por los hijos y ¿quién tuvo más hijos? ¿Juan el Bautista o el Jesús? Las iglesias que guardan la sencillez de la palabra, que se atrevan a enseñar de nuevo las parábolas que le enseñen a la multitud hambrienta a cómo vivir diariamente en vez ponerles la cabeza de este vuelo, les aseguro que tendrán más hijos que las otras. Si yo me vistiera raro y hablara raro, tendría gente, pero nunca vas a tener gente como la que se puede llegar con un hablar sencillo. Que la gente pueda ver al prójimo y amarlo.
Te está hablando un profeta, créemelo. Si tú enseñas mucho de lo que somos, tu iglesia va ser una implosión, pero si enseñas, quiénes son ellos, tu iglesia va ser una explosión. ¿Quién iba a ir a buscar los tesoros a una carpintería? Sólo reyes sencillos de corazón, capaces de adorar un niño, encontraron una estrella que los guió a un establo. ¿Qué rey nace en un establo? Sólo aquel que se esconde y que se revela sólo a los sencillos de corazón, reyes capaces de seguir cientos de kilómetros a una estrella para encontrar al Rey de Reyes, allí lo encontraron, no todos, sólo los sencillos de corazón.
¿Sabe qué pasaba en la sinagoga cuando querían ir a buscar a Dios? Salían condenados por todos, pero cuando iban a buscar a Jesús y querían apedrear a una mujer adúltera y le preguntaron qué hacer y él les dice “los que estén libre de pecado que tiren la primera piedra”, y se fueron todos y él le dijo “yo que tengo la autoridad para condenarte, no vengo a eso, eres libre. Los que condenan están en la sinagoga”. ¿Qué clase de iglesia vas a ser? Si llega una mujer mal vestida a tu iglesia, ¿qué le vas a decir porque viene vestida así? Si es el templo el problema, salgamos de él, vayamos a la calle. ¿Sabe que los servidores que fueron de las maras se maquillan sus tatuajes para saludar en la entrada? Dios es tan sencillo y nosotros tan complicados de verdad, que Dios nos perdone, hablamos raro, rechazamos gente, a los pecadores.
Salvador Gándara. “Lo conocí en octubre jugando un juego de hombres y hay un lugar que se llama el hoyo 19, donde no entran las mujeres, y cuando Cash llegaba, yo hice una apuesta con unos amigos: en tres meses lo tenemos tomando un trago con nosotros y hablando las cosas buenas del mundo, y estoy aquí ahora, y sé que gracias a él sabemos que todos hablamos de Dios y hoy tuve la oportunidad de saber quién es él y voy a trabajar por mi pueblo y para mi pueblo, pero primero quiero componer mi familia”.
Pastor Cash, ¿usted concibe un pastor metido allí, pero ¿un carpintero? El Señor me habló, “quiero que seas amigo de ellos”. Cuando íbamos al la cafetería, eras whiskito, cervecita, lo más que podía hacer era orar por la comida y aprovechaba a orar por los que andaban conmigo. Necesitamos tocar al mundo y llevar el amor de Cristo. ¿Usted sabe lo que es el riesgo al nombre de uno cuando sales en Noches de Gloria y te ven en una mesa donde están fumando y tomando? Yo me corro ese riesgo porque yo leí en la Escritura que Jesús era amigo de publicanos y pecadores. Yo quiero ser como El, yo prefiero estar allá.
Algunos de ustedes tienen que volver a comenzar, algunos hasta renunciar hasta a sus credenciales evangélicas, denominaciones incapaces de darles la mano a personas que están viviendo un infierno. Ustedes no han sabido mantener ni siquiera su santidad como debe ser, no vas a una fiesta, está bien, pero si tienes que ir, ve, no te tienes que poner a bailar ni beber, pero ve y sé luz, sobreprotegemos a las ovejas. Hoy los profetas ya no visten pieles de camello, no comen chapulines.
Levanta tus manos al cielo, Dios te va ministrar, levanta tus manos al Señor y di conmigo “Señor, dame un corazón sencillo capaz de recibir todas tus verdades para la gloria de tu Nombre”.
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ResponderBorrarLas partes de que integran las castañuelas son: la concha, los labios, el punto, la besuña u oreja y el corazón.